Si bien el pasado día 16 de julio publiqué un artículo titulado “Viejas” revistas de divulgación científica, bastantes comentarios me han hecho notar que, incluso con comillas, las revistas reseñadas no pueden considerarse viejas. Desde un punto de vista personal las entrañables páginas de un Muy Interesante de los años ochenta o noventa, así como la contemplación de números de esa época de Conocer o Tribuna de Astronomía sí pueden señalarse como materia «vieja». Pero para revistas añejas de verdad, de tiempos de nuestros abuelos y bisabuelos e incluso anteriores, invito hoy a los lectores de TecOb a asomarse a una de las típicas revistas divulgativas a caballo entre los siglos XIX y XX.
Se trata de Madrid Científico. No se espere encontrar en sus páginas algo similar a lo que hoy en día se conoce como divulgación científica, es otra cosa muy diferente. Centrada sobre todo en la figura del ingeniero, como motor del cambio y de la revolución a través de la tecnología y la ciencia, sus artículos se muestran muy rigurosos y hasta apasionados. A las traducciones de textos procedentes de otros países, se unían diversas colaboraciones de la mano de grandes personajes de la ingeniería y la técnica españolas. Recorrer su tinta deja una huella ciertamente agradable y, por ello, he de recomendar tal paseo, aunque sea a través del virtual paso de hojas en documentos PDF, cuando no sea posible tocar el viejo, ésta vez sí, papel ya amarillento por el paso de los años. La Biblioteca Nacional dispone en línea de un acceso a todos los números de esta sobresaliente revista.