En el marco de la guerra fría y, a la vez, de la posguerra española, entre los años cincuenta y los sesenta se vivió en España, como en el resto de occidente, toda una fiebre de locura en torno a los «platillos volantes». Los nuevos reactores y las oleadas masivas de globos-sonda de todo tipo (de esto comentaré algo en unas semanas porque el tema tiene miga, sobre todo con los vuelos intercontinentales de esa clase de aparatos) alimentaron el mito en un tiempo de continua tensión entre grandes potencias. Lo que traigo hoy a #TecOb son sólo tres muestras de hemeroteca, del diario de Burgos, de entre los cientos que aparecieron publicadas en los periódicos de la época, que van desde descripciones rocambolescas de platillos volantes de todo tipo, hasta encuentros con supuestos tripulantes de «naves interplantarias». La más curiosa es la jocosa columna dedicada al tema de los «platillos estrellados», al más puro estilo Roswell, con que sorprendió nuestro Nobel de Literatura, Camilo José Cela, el 16 de mayo de 1952.
Hemeroteca: MCU – Biblioteca de Prensa Histórica.