Cohete «fotográfico» de 1911

¡Patataaaaaaaa!

Me apetecía hoy añadir una pequeña nota jocosa a TecOb. Tenía por ahí la historia de cierto automóvil a hélice que armó revuelo hace ya más de un siglo pero, por sorpresa, resultó que la historia tenía mucha más miga de lo que parecía. Y es que, en muchas ocasiones, lo que son simples anécdotas aparentemente intrascendentes, terminan por destapar apasionantes historias. Aparcado el tema de ese coche-avión (en realidad varios modelos), he pasado a revisar la siguiente nota divertida. En este caso, no parece haber mucho más donde rascar. Es más, ni siquiera tengo el dato seguro de la procedencia de la imagen. Aquí está, saludemos a estas gentes del año 1911…

¡Patataaaaaaaa!

La imagen, por la agencia de procedencia tal y como aparece en la mención de la época1, fue tomada en Alemania. Cuando hoy día se necesita hacer una toma fotográfica a cierta altura (al margen de imágenes aéreas), se suele recurrir a pértigas especiales o, como mucho, a un dron o incluso un pequeño globo. Pero hace ya más de un siglo que se tomó esta imagen (es de suponer que sería la única foto buena de una larga serie de fracasos, dada la técnica empleada), realizada lanzando una cámara al aire impulsada por un cohete de feria. Veamos la tecnología empleada…

Cuidado, ¡que prendo la mecha!

Pues sí, cámara en lo alto, soporte, cohete, mecha, cerilla y… ¡pum! Tal como se mencionaba entonces:

El último éxito en materia fotográfica lo constituye el «Cohete fotográfico». El aparato consta de un soporte ligero, sobre el cual se coloca el cohete y encima de éste la cámara, que al producirse la explosión sale lanzada a 50 o 60 metros de altura, donde automáticamente se impresiona la cámara fotográfica.

¿Dónde narices ha ido a parar la cámara?

En fin, no queda claro si realmente era una broma y la imagen inicial se tomó con pértiga (yo apuesto a que era broma). Además, no se menciona nada acerca de un posible paracaídas para evitar que la cámara se estampara contra el suelo, pero teniendo en cuenta que por entonces esos artilugios eran poco fiables, lo más seguro es que tendríamos una cámara rota en mil pedazos. El caso es que, puestos a experimentar con cohetes, todo valía… 😉

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1 Véase La ilustración española y americana, edición del 22 de febrero de 1911.