
Cualquier «loco» de las máquinas ha hecho cosas así en alguna ocasión. Recuerdo que, de pequeño, tenía la manía de desmontar hasta la última pieza relojes antiguos. Luego intentaba volver a montarlos y que funcionaran pero, como puede imaginarse, los primeros intentos fueron un desastre. Hoy visita TecOb una obra de arte de esas que me gusta compartir porque a su parte estética se une el que los protagonistas son máquinas y, claro, se convierte en algo irresistible. He aquí el Disassembly project, donde máquinas cotidianas son diseccionadas y sus piezas ordenadas meticulosamente por Todd McLellan | Vía Core77 |
Como muestra, tres ejemplos: una máquina de escribir, una cámara fotográfica analógica y un viejo radio-reloj. Para ver el resto de la colección, lo mejor es entrar en la web de McLellan y pinchar en la sección «New Work» (Necesita Flash).