Entre varios proyectos que tengo en marcha ahora mismo, quiero hoy mencionar una campaña en Kickstarter para realizar un libro que reúne mapas y gráficos sobre astronomía realizados entre finales del siglo XIX y principios del XX. La información sobre la campaña se puede ver en el cajetín de la derecha.
En la página de la campaña he incluido varias de las láminas que llevará el libro. Hoy, a modo de ejemplo, quiero comentar una en particular. Las sondas espaciales han revelado las maravillas del sistema solar. Hemos visto cómo son realmente todos los planetas de nuestro sistema y sus satélites, pero a principios del siglo XX era un ejercicio de especulación pensar cómo serían las atmósferas y las vistas desde otros planetas. Por ejemplo, he aquí una de las láminas del atlas. Es un dibujo de Ignacio Agudo Clará, realizado hacia 1920 para un trabajo científico sobre la física de otros planetas. Este artista no sólo era pintor y dibujante, sino también un excelente pianista y escritor.
La lámina muestra los anillos de Saturno vistos desde la superficie del planeta. Los anillos, formados por gigantescas islas de hielo, se elevan majestuosamente sobre el horizonte. La sombra del planeta se proyecta sobre el anillo, como cortándolo. La vista imaginaria es la de un observador en el hemisferio norte. Algunos satélites de Saturno, en su fase menguante, brillan en las mismas constelaciones que vemos desde la Tierra.
Esto es fantástico para la época, porque la configuración visual de los anillos es relativamente correcta. A finales del siglo XIX y principios del XX, Saturno aparecía como una pequeña esfera rodeada por sus famosos anillos, pero poco más podía verse, incluso con los mejores telescopios. Ocasionalmente, parecían apreciarse cambios en el color de Saturno, lo que indicaba una atmósfera turbia. Ahora sabemos que la imagen es imposible porque Saturno es un gigante gaseoso y sólo su núcleo es rocoso, pero tales imágenes de paisajes espaciales, aunque no fueran muy exactas, sirvieron para avivar el deseo de explorar el espacio. El 1 de septiembre de 1977, poco más de cincuenta años después de esta pintura, la sonda espacial Pioneer 11 se convirtió en el primer objeto fabricado por el hombre que sobrevoló Saturno.