In Memoriam Jacques Piccard

No tenía pensado escribir nada hoy, ni mañana tampoco, pero ciertos sucesos merecen atención y un recuerdo respetuoso. Es el caso del fallecimiento de todo un aventurero, pionero de la exploración de las profundidades oceánicas. Deja este mundo hoy, a los 86 años de edad, Jacques Piccard, el polifacético suizo, aunque nacido en Bruselas, que desafió durante décadas al océano para arrancar de sus oscuros abismos secretos nunca antes imaginados. En este brevísimo homenaje, no quiero olvidar mencionar que Jacques procedía de una familia con una larga tradición aventurera, pues su padre y otros antecesores suyos exploraron en globos las altas regiones atmosféricas. Su propio hijo, Bertrand Piccard, continúa ahora con la tradición, gracias a su pasión por el vuelo y su proyecto Solar Impulse.

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Jacques dedicó su vida a comprender los océanos. Trabajó como ingeniero y oceanógrafo, diseñó y construyó vehículos submarinos y, sobre todo, se aventuró en las fosas oceánicas, allá donde nadie osaba descender. Junto con Don Walsh, formó el único equipo humano que haya descendido jamás a una profundidad tan aterradora como el Abismo Challenger, en la Fosa de las Marianas. Sucedió en 1960, cuando ambos aventureros lograron alcanzar el lecho marino a bordo del célebre batiscafo Trieste. Allá abajo, a casi once mil metros de profundidad, descubrieron todo un nuevo mundo. A esta hazaña se unieron otras similares en años posteriores, como la vivida a bordo del Ben Franklin (PX-15), unas aventuras que abrieron los abismos oceánicos al conocimiento científico.