Papel y plástico: nostalgia de los ochenta

No hay remedio, en cuanto he leído la breve reseña que ha publicado La Tenteteca sobre estos libros, han caído directos a mi lista de deseos. ¿A quién no le iba a gustar algo así? Me refiero a los hijos de los años ochenta, quienes vivimos la niñez entre Exín Castillos, cromos de V o cómics de Bruguera. Estos dos libros, que posiblemente se conviertan en tres en un futuro cercano, parecen guardar tesoros que únicamente vivían ya en lo más profundo de nuestros recuerdos. Lo dicho, a por ellos me lanzo

Los click de Famobil, Mazinger Z, el Cinexín, la Nancy, el blandiblú, los madelman, Galáctica, los montaplex, Naranjito, el flash, las huchas Congost, los airgam boys, Spirou, Parchís, los grandes inventos de TBO (del profesor Franz de Copenhague), Pif, V, el auto-cross, el Capitán Trueno extra-color, las Joyas literarias juveniles de Bruguera, el drácula de Frigo, los cómics Forum, de Zinco, Toutain y Norma, los kalkitos, La batalla de los planetas, los peta-zetas, los Masters del Universo, Con ocho basta, el Ibertrén, el Spectrum, el regaliz de palo… todos ellos y muchos más son los objetos, juguetes, chucherías, cómics, series… que pueblan el imaginario de Óscar Lombana y que a sus largos trentaytantos ha sentido la imperiosa necesidad de compartirlos y transmitirnos las sensaciones que le producen.

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