Un simulador de vuelo para aerotrastornados (por radio) de 1928

Sientes emoción, algo de ansiedad, estás esperando algo muy especial. Junto a ti, un receptor de radio de madera, de forma semicircular y de gran tamaño, con un gran altavoz cuya rejilla está decorada con intrincadas figuras de marquetería. Ha llegado la hora… ¡de tomar una lección de vuelo a través de tu receptor de radio! Tal cosa pudo hacerse en los Estados Unidos allá por 1928, cuando se emitió uno de los programas radiofónicos más singulares de la historia.

Hay que situarse para entender de qué iba todo aquello. Bien, la siguiente imagen vale más que mil palabras. El receptor de radio no es tan vetusto como el mencionado, cuenta incluso con auriculares, pero la silla, la chimenea, el ambiente casero, y el supuesto mando de vuelo, ya nos darán suficientes pistas para entender la diversión.

simulador_vuelo_1928

Una silla, un «palo» como mando y una radio, no hacía falta nada más para aprender a volar (o soñar que se estaba volando) en los años veinte. Aquellas personas que tuvieran pasión por el vuelo (diríamos hoy «aerotrastornados»), pero que no pudieran acercarse a un aerodromo, podían equiparse con un kit básico de vuelo de lo más curioso. Lo más cercano que se me ocurre, en cuanto a concepto, sería el de los simuladores de vuelo por ordenador, con joystick e incluso pedales. Allá a finales de los años veinte, a falta de ordenador, lo que hacían aquellas gentes era sintonizar la radio los viernes entre las ocho y las ocho y cuarto de la mañana. Se sentaban en una silla, tomaban su mando de vuelo (o un palo de escoba, que para el caso era lo mismo) y escuchaban el increíble programa de radio de la emisora KOA de Denver. La voz del piloto Cloyd P. Clevenger de la Alexander Aircraft Company se mezclaba con todo tipo de sonidos mecánicos y efectos especiales, como si se estuviera volando en un avión de verdad. De esa forma, iba emitiendo lección tras lección, mientras enseñaba pilotaje a un ficticio alumno que, además, solía aportar el toque de humor al programa. A lo largo y ancho de Norteamérica cientos de personas escuchaban apasionadamente aquellos quince minutos semanales que les acercaban un poco más a su sueño de volar.

Más información y un fragmento de uno de los diálogos del programa en: Popular Aviation – Flying Magazine, marzo de 1928.


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Vía: Visto hace siglos en Sandglass Patrol. 😉