Navaho, heredero de las V2

No entraré en la costumbre del ejércido de los Estados Unidos a la hora de bautizar muchas de sus máquinas de guerra recordando grupos humanos u objetos relacionados con los nativos americanos. He ahí los helicópteros de combate Apache, o los misiles Tomahawk, célebres ejemplos de ese tipo que llevarían este artículo a un debate que no viene al caso. Mi único deseo hoy es recordar un proyecto que puede considerarse como directo heredero de las V2 alemanas. No creo que sea necesario recordar que tanto el ejército estadounidense como el soviético cargaron con toda la tecnología nazi que pudieron encontrar al finalizar la Segunda Guerra Mundial para ser llevada a sus respectivos laboratorios militares.

Tal cosa sucedió con un considerable número de bombas volantes V2, que sirvieron de semilla para la tecnología espacial y de misiles de las dos grandes potencias triunfantes del conflicto mundial. Como uno de los primeros derivados americanos de las V2 nació el Navaho, un aparato que tenía un diseño atrevido pero un planteamiento tecnológico algo difícil de ser llevado a la práctica. Al pensar que los misiles balísticos no serían viables, el ejército de los Estados Unidos apostó por desarrollar un misil de crucero intercontinental supersónico. La idea no fructificó, porque pese a partir de motores mejorados de las V2, se demostró finalmente que sería mucho más sencillo apostar por los misiles balísticos. Sin embargo, lo que fue un relativo fracaso desde el punto de vista del armamento, se convirtió en un experimento de gran utilidad para el desarrollo de la tecnología espacial que culminó con las Apolo gracias al impulso que los Navaho dieron al desarrollo de sistemas de navegación inercial avanzada, entre otros.

Desde el punto de vista estético, las siguientes imágenes de la NASA nos muestran uno de los vehículos aéreos más extraños, pero bellos, jamás desarrollados.

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