Tractado del uso de las mugeres (1572)

imgHabrá a quien le extrañe, pero en pleno siglo XVI se publicaban auténticos manuales sobre sexo que, si bien estaban muy lejos de lo que ahora pueda considerarse como sexología, fueron bastante populares, sobre todo para los médicos de la época. Entre este tipo de obras cabe destacar, sobre todo por lo curioso y por haber sido publicado en España, cierto «manual» con un título de lo más explícito: Tractado del uso de las mugeres, y como sea dañoso, y como provechoso, y que cosas se ayan de hazer para la tentacion de la carne, y del sueño y vaños.

En definitiva, algo así como un conjunto de instrucciones muy claras sobre sexo e higiene, más que nada pensando en los hombres, incidiendo en asuntos sobre cómo no sufrir daño, las mejores épocas para el sexo, recomendaciones sobre abstinencia, el sueño o los baños y, sobre todo, sobre los beneficios del coito. Claro que, no sólo iba a escribirse de lo bueno, he aquí un fragmento que previene sobre ciertos «peligros»:

Porque no pocos hombres, los quales a su parescer eran robustos y bien acomplexionados para el debito quotidiano, empero despues de casados dende a pocos dias por el quotidiano vso de la luxuria perdieron el color y se enflaquescieron y tornaron magros, y enfermaron, y no pocos murieron, por euitar no les vengan y acaezcan esos daños, e inconuenientes, tengo por bien de poner ciertos auisos, para que de oy mas no incurran en ellos, y para que entre si tomen parescer si se podran casar sin detrimento de su salud, y para que no se engañen pensando que son fuertes y bastantes para este quotidiano debito.

El autor de esta curiosa obra de que apareció en1572, fue Francisco Núñez de Oria, poeta y médico toledano del que poco se conoce. No cabe sorpresa ante el modo tan directo, en cuanto a la expresión, con que Núñez de Oria escribe su obra, puesto que recoge el testigo de una tradición de escritos médicos sobre sexo que contaba ya con una larga existencia. Se puede repasar la obra completa que se encuentra en la red gracias a una web de la Universidad de Valencia. No se trata de una lectura sencilla, pero sí sorprendente, como demuestra este otro pequeño fragmento dedicado a las mejores épocas para el sexo:

A los mancebos y bien fornidos y colorados, como diximos, conuiene el coyto, o debito, y no en todas horas, ni en todos tiempos, porque ansi como el octoño por ser tiempo desigual, declinante a seco y frio, es dañoso para el tal exercicio venereo. Ansi por el contrario el verano es tiempo idoneo y conuenible para ello, a lo menos es menos dañoso para los que lo exercitan desmoderadamente, o para los flacos y secos.

Imagen: Susana y los ancianos, obra de Alessandro Allori.