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El transporte de grandes piezas de maquinaria industrial o de elementos para obras públicas por carretera siempre ha sido algo muy problemático. Recuerdo haber visto fotografías de los grandes esfuerzos que supuso, por ejemplo, un transporte por carretera del transbordador espacial. Más modestamente, hace algo más de un año, publiqué en TecOb imágenes sobre el transporte de cuatro grandes silos de carburo de calcio entre una antigua factoría química en Guardo y su nuevo emplazamiento en una cantera de caliza. Incluso empleando, en ese caso, camiones que podrían considerarse como normales, y siendo las piezas a transportar no demasiado pesadas, el despliegue también fue realmente aparatoso. Así que, ¿y si lo que queremos transportar son cuatro viejos generadores de vapor de una central nuclear, de 400 toneladas cada uno? ¡Imposible! Vale, eso es lo que se podría haber respondido hasta hace poco, cuando mover por carretera semejantes artilugios requería desmontar por completo cada generador.
Pero, ¿se podría transportar de una sola pieza cada unidad? Eso mismo se preguntaron los ingenieros de Perkins y, como respuesta, tras casi tres años de diseños, pruebas y desarrollo, he aquí este gigante de la carretera capaz de transportar inmensas piezas industriales de forma elegante y relativamente rápida. El caso que me ocupa hoy es de los que te deja con la boca abierta. Veamos, estamos ante un vehículo sin igual que tiene 400 pies de longitud, o lo que es igual, unos 122 metros. El monstruoso remolque cuenta con 192 ruedas, que se distribuyen en 48 grupos de ejes independientes, por lo que tomar curvas se vuelve algo mucho más sencillo incluso a pesar de tener que llevar a cuestas una pieza «radiactiva» de 400 toneladas, 4,5 metros de diámetro y 15 metros de largo. En el reciente viaje realizado el pasado agosto, al que corresponde el vídeo de entrenamiento y test que acompaña este post, el protagonista fue un gran generador de vapor que fue desmontado en la central de San Onofre, en California y trasladado tras 21 días de viaje y más de 1.300 kilómetros hasta un depósito de material radiactivo de baja actividad en Clive, Utah. Según los diseñadores del monstruo, se trató de la mayor carga transportada en Estados Unidos hasta la fecha para una distancia tan grande. De momento, quedan otros tres viajes, hasta que todos los generadores pasen a ser desmantelados en lo que será su hogar durante mucho tiempo.
| Vía Between the Poles |