Las máquinas de escribir, hoy prácticamente desplazadas al olvido por impresoras y demás aparatos de escritura asociados a los ordenadores, reinaron durante más de un siglo. Guardan un encanto especial que hace de ellas verdaderas obras de arte de la tecnología. Se desarrollaron cientos de modelos y sistemas a lo largo de las décadas pero, lejos de la clásica configuración de teclado más o menos reconocible y carro sobre el que se desplazaba el papel en el que golpeaban las letras de metal, existieron algunas máquinas de escribir realmente sorprendentes, de las que repasaré hoy un modelo sobresaliente.
La esfera, o bola, de escribir de Hansen es, sin duda, uno de los aparatos de escritura más extraños jamás llevados a la práctica. Los aparatos de este tipo que se conservan actualmente se han convertido en objetos de deseo por parte de coleccionistas, que pueden llegar a pagar por una máquina así cantidades muy respetables. Friedrich Nietzsche tuvo una de estas y es considerado el usuario más famoso de las mismas. La máquina de Hansen fue inventada en 1865 por el danés Rasmus Malling-Hansen. Una vez patentada y mejorada, pasó a producción y comercialización, convirtiéndose en la primera verdadera máquina de escribir en llegar al mercado. Su diseño es verdaderamente sorprendente, contando con un teclado semiesférico de 52 teclas de latón pensado para trabajar de forma rápida y cómoda. Cuentan, sobre la cuestión de la velocidad, que puede alcanzarse con uno de estos dinosaurios de la escritura una rapidez asombrosa, aunque sobre la comodidad prefiero no decir nada, al menos hasta no probar una, cosa que probablemente no sucederá nunca porque son muy escasas y carísimas. Verdaderamente, el ingenioso Hansen se adelantó a su tiempo porque, por ejemplo, el sistema que desplazaba el soporte para el papel estaba impulsado por electricidad, con lo que, además de ser la primera máquina de escribir en llegar al mercado, podría también tomarse como la que inauguró la larga saga de máquinas de escribir eléctricas que han existido desde entonces. Las siguientes imágenes dan cuenta de la belleza de esta máquina.
Fuente de las imágenes y más información: The Virtual Typewriter Museum
Véase también: Early Office Museum