Estamos acostumbrados a vivir rodeados de estímulos visuales, animaciones, televisión y publicidad interactiva, pero hubo un tiempo en que un buen libro ilustrado era lo único que permitía a alguien asomarse al gran mundo. Hoy, he seleccionado algunas ilustraciones clásicas que publicó Scientific American en su libro de consulta de 1914 (Scientific American reference book). Es este un volumen a medio camino entre el atlas geográfico y el anuario estadístico, muy atractivo y con láminas repletas de grabados primorosamente ejecutados. He tratado de mejorar algunas de las imágenes partiendo del original digitalizado, porque el pobre está algo dañado, pero para mostrar la calidad del mismo creo que pueden servir. Al final del post, quien lo desee, puede repasar las hojas del libro y hacer zoom sobre ellas.