Los curiosos mapas de Silas Bent y el cálido mar del Polo Norte



Hoy puede parecer estúpido, pero hubo un tiempo en que la teoría del mar polar abierto se discutía con toda seriedad. Cierto es que los navegantes, al viajar hacia el Ártico se encontraban tarde o temprano con la banquisa polar, pero no por ello soñadores de todo tipo dejaban de soñar con un océano polar abierto.

Uno de esos soñadores fue el oficial de la marina de los Estados Unidos Silas Bent, quien publicó los mapas que aparecen a continuación en un libro de 1872.1

Estos dos mapas muestran visualmente lo que era todo un anhelo de muchos navegantes desde el siglo XVI, a saber, lograr navegar desde el Atlántico al Pacífico cruzando el Polo Norte, algo así como el Paso del Noroeste pero a lo bestia.

Razonaban que, suponiendo que no hubiera un continente perdido en el polo2, el hielo no se podría formar lejos de costas como las rusas o del Canadá, en mar abierto. Si a eso se sumaba la incidencia solar en el verano boreal, los datos acerca de mares abiertos en el norte ruso, algunas migraciones curiosas de aves y, sobre todo, la idea sobre la interacción de las corrientes oceánicas del Golfo y el Kuro-Shivo, ya tenemos todos los ingredientes para una apasionante alucinación geográfica.

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1 An address delivered before the St. Louis Mercantile Library Association, January 6th, 1872: upon the thermal paths to the Pole, the currents of the ocean, and the influence of the latter upon the climates of the world (1872).

2 Véase en TecOb la anotación sobre la mítica Rupes Nigra, uno de los elementos centrales de mi novela El viaje de Argos.

Vía Maptorian.