La superficie terrestre se encuentra en constante modificación, eso lo sabe todo el mundo, pero los cambios que tienen lugar a lo largo de los años son muchas veces difíciles de comprender para quien esté alejado de los ocupaciones de la geomorfología y la geología. Sí, las montañas sufren erosión, los continentes se mueven y las vegetación sufre todo tipo de cambios pero, ¿y si se pudiera contemplar el lienzo del paisaje como si fuera una fotografía de alta velocidad?
«Nuestras vidas son los ríos que van a dar en la mar», tal como decía Jorge Manrique y, ¿acaso puede haber algo más cambiante que un río? En cuanto observas un río estás viendo cómo cambia, no es igual un instante a otro, pues el agua en movimiento va cambiando constantemente. Los cauces de los ríos, salvo cuando se encuentran controlados por el hombre, muestran cambios sorprendentes. Para plasmar este hecho de forma gráfica, el cartógrafo Harold Fisk publicó en 1944 una serie de preciosos mapas en los que mostraba la evolución en el tiempo del cauce del río Mississippi (o Misisipi, si se prefiere así). El resultado de ese encargo del Army Corp of Engineers fue una serie cartográfica única, en la que con colores diferentes se va mostrando la maraña de antiguos cauces, meandros olvidados y demás fauna hidrológica que nos enseña que los ríos son criaturas vivas. He aquí un ejemplo de esos mapas (pincha en la imagen para ampliar. Ver serie completa).
Ahora bien, ¿se podría crear una imagen «viva» sobre el proceso de cambios a los que se ve sometido un río a lo largo del tiempo? Ante este pregunta, el geólogo Zoltan Sylvester decidió unir diversas imágenes de satélite en una animación que repasa, en cuestión de segundos, varios años en la vida del río Ucayali, en Perú. El resultado es hipnótico (lejanamente me recuerda a las imágenes de alta velocidad del flujo sanguíneo en las arterias de un mamífero, por ejemplo).