Recuerdo que allá por 2010 comenté algo sobre la aplicación online Globe Genie, que venía a ser un juego en el que se podía saltar aleatoriamente de un lugar a otro del planeta utilizando imágenes de Google Street View. La gracia del juego estaba en observar cuidadosamente la escena en la que se aterrizaba para comprobar si se podía adivinar de qué lugar se trataba, ¡o al menos averiguar si se había acertado al menos el continente en el que se había caído! La cosa tenía su miga, y su gracia, además de ser un arma con cierto potencial didáctico.
Hoy me he cruzado con un experimento similar (vía del.icio.us… sí, todavía existe y tiene su utilidad). Se trata de Teleporter. Su mecánica de juego es la misma, pero el interface se ha reducido a lo mínimo imprescindible, con lo que se ha disparado el carácter adictivo. Además, funciona bastante bien en dispositivos móviles (dispone de apps para las principales plataformas). Todo muy sencillo: una imagen panorámica de cualquier lugar del mundo, igualmente vía Google Street View, da paso a través de un llamativo botón central a otro lugar, y a otro… el salto es aleatorio alrededor del mundo. Tan pronto te encuentras en una isla del Pacífico como en una azotea de Lisboa o en una montaña en África, en un juego sin fin.