Un «fake» geográfico



Los bulos son corrientes por todas partes. En Internet puede uno encontrar historias falsas de todo tipo. En inglés, hay una palabra para definir todo este tipo de bulos: fake. Tal palabra ha cruzado fronteras y casi puede decirse que en todas partes es reconocido como sinónimo de «montaje». En geografía también se pueden encontrar «fakes». Por definición, todo mapa es «mentiroso», esto es, deforma la realidad para «acomodarla» al punto de vista de quien lo realizó y, sobre todo, de quien lo encargó, por muy «objetivo» que se pretenda ser. En realidad, el fin último de un mapa no es representar la realidad, sino mostrar un aspecto determinado de algún fenómeno o hecho que se desee poner de relieve. Ahora bien, una cosa es facilitar la visualización de la información y, otra muy distinta, inventarla diréctamente.

Las imágenes de satélite tienen un gran prestigio entre el gran público, se las suele tomar como «verdaderas» cuando, como siempre sucede, han sido filtradas y realzadas de mil maneras. Circula por la red una curiosa «fotografía» de satélite que muestra el área del noreste de Norteamérica afectado por los apagones del verano de 2003 como, prácticamente, un agujero negro. No sé qué pretendería el que montó la imagen, pero es impresionante, un espacio vacío, como un mordisco en la costa oriental estadounidense, rodeado por ciudades plenamente iluminadas:

img

La realidad es que se trata de un fake, un montaje. He aquí las tomas reales de aquellos días.
Como puede verse, la situación no era tan «apocalíptica»:

img
Fuente de las dos tomas inferiores: Space.com / NOAA, Defense Meteorological Satellite Program.
La inferior corresponde al período «apagón».