Ahora que en estos días tengo en marcha una nueva campaña en Kickstarter, en esta ocasión sobre un libro que recupera mapas de atlas escolares y familiares de la segunda mitad del siglo XIX, voy a recuperar la costumbre de realizar nuevas publicaciones en este blog, aunque sea temporalmente.
El caso es que la idea para el proyecto Geography 1880 nació hace algunos años cuando pude hacerme en una tienda de antigüedades con un ejemplar original del «Wyld´s School Atlas», obra de la factoría cartográfica de James Wyld que data, en la edición que tengo en mis manos, de 1870.
Los mapas de ese atlas están realizados con plumillas en diversos colores, todo hecho a mano, por supuesto. El grado de detalle, minuciosidad y paciencia que hay que tener para realizar los grabados originales que luego se reproducían en los atlas es realmente admirable, sobre todo si se observa desde nuestro mundo actual, en el que lo que se pide es rapidez y los mapas se dibujan a la velocidad del rayo en las pantallas de nuestros ordenadores y teléfonos móviles. El caso es que fueron estos mapas de James Wyld los que me impulsaron a la aventura de recopilar otros similares para dar forma al actual proyecto en Kickstarter. Pero, ¿quién era James Wyld? He aquí algunas curiosidades sobre su vida.
James Wyld (1812-1887) fue un geógrafo y comerciante de mapas británico que se hizo famoso tanto por sus atlas como por un proyecto gigantesco que mencionaré más adelante. Su padre, también llamado James, había creado una imprenta para producir y vender mapas. De hecho, se trataba de una saga familiar que se dedicó a la cartografía desde finales del siglo XVIII hasta principios del siglo XX. La tienda de mapas de los Wyld en Charing Cross, Londres, eran prestigiosos y James logró ser miembro de las principales sociedades geográficas de la época en su país, además más de ser nombrado geógrafo de la reina Victoria y del príncipe Alberto. Como puede verse, los mapas eran un tema de familia entre los Wyld.
Sin embargo nuestro James, aunque gozaba del mismo prestigio que había tenido su padre, llevó el negocio cartográfico hasta el límite, incluyendo en ocasiones en sus mapas ciertos detalles fantásticos, y poco realistas, desde supuestos descubrimientos en África todavía no confirmados por entonces, hasta incluir estaciones de metro todavía no construidas en planos de Londres. Algunas de aquellas estaciones nunca se construyeron.
Pero, si por algo es recordado James Wyld, es por su pasión política y, sobre todo, por su proyecto del georama gigante. Conocido como el Gran Globo de Wyld, fue una atracción turística situada en Leicester Square, Londres, entre 1851 y 1862. Se trataba de un globo terráqueo gigantesco, de unos 19 metros de diámetro, en cuyo interior podían pasear por medio de un sistema de escaleras y pisos en forma de plataformas los visitantes. El espectáculo consistía en contemplar el planeta Tierra desde el interior del globo, plasmado en las paredes cóncavas de éste, con relieves montañosos, ríos, ciudades y una exposición con diversos aparatos topográficos, maquetas y colecciones de mapas. En los primeros meses desde que se abrió al público, el globo gigante se convirtió en una de las atracciones más visitadas de Londres, incluso de noche pues se iluminaba con lámparas de gas de forma espectacular. Pero con el paso del tiempo el interés del público decayó y hacia 1862 James Wyld ya no pudo mantener el lugar en los términos a los que había llegado originalmente con los propietarios de los jardines sobre los que se había construido, por lo que fue desmantelado y cayó en el olvido.