No, el título no está equivocado. Tanto se ha hablado estos días del LHC, el gigantesco colisionador de hadrones, que, aunque sea por simple proximidad en el nombre, no viene mal acordarse de otras megamáquinas, si bien más pequeñas pero igualmente sorprendentes en su complejidad. El LHD, Large Helical Device, es un gran tubo de vacío con forma de hélice donde se experimenta con plasma, esto es, con materia sometida a altísimas temperaturas y grandes campos magnéticos, para lograr desentrañar los enigmas de esta forma de la materia, camino obligado si se desean construir reactores de fusión nuclear verdaderamente eficientes. El LHD forma parte del Instituto Nacional de Ciencia de la Fusión de Japón y, como puede comprobarse en esta fotografía, es tan intrincadamente bello como el mismísimo LHC.
Más información: Large Helical Device Project
Vía: Super Colossal