La torre sin ventanas

Tomemos unos instantes para contemplar la figura de este misterioso edificio…

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AT&T Long Lines Building | Fotografía de Dhaluza

A primera vista queda claro que se trata de un imponente rascacielos pero, ¿dónde están las ventanas? Su aspecto es sobrio y marcial, incluso duro. Si no se conoce su destino, pude pensarse en qué podrá haber dentro de una mole tan enigmática. Localizado en Manhattan y levantado en 1974 sobre un diseño del arquitecto John Carl Warnecke, se trata de un edificio que cuenta con 29 plantas, poco más de 167 metros de altura y ninguna muestra de ventanas al exterior. Alzando la vista ante esta mole de hormigón y granito rosado, en el 33 de Thomas Street, poco podemos imaginar que, en su interior, bullen de intensa actividad ordenadores, circuitos y cables, por todas partes.

No hay apartamentos, ni tiendas, ni siquiera oficinas, porque en realidad se trata de una centralita telefónica gigantesca, un intercambiador de datos compartido por varias compañías de comunicaciones. Llamadas y bits fluyen por sus intrincadas entrañas cada día, sin descanso. Es considerado como un punto vital y estratégico para la ciudad y, por ello, se trata de uno de los edificios más seguros de los Estados Unidos. En su diseño se pensó incluso en que pudiera resistir un ataque nuclear, aunque no es invulnerable, como pudo comprobarse durante un fallo integral y colapso de su sistema en septiembre de 1991, que causó el caos tanto telefónico como en el tráfico aéreo.

En Nueva York existen otros edificios similares, la mayoría mucho más discretos, aunque otra torre sin ventanas dedicada a labores telefónicas se muestra igual de imponente, localizándose en este caso en el 375 de Pearl Street.

| Vía Archiact |