Spitfire, preludio y fuga

Pocas veces en la historia una máquina ha levantado tantas pasiones como en el caso del Supermarine Spitfire, el avión de combate que frenó a los alemanes en la Batalla de Inglaterra. Claro que, como suele suceder cuando se buscan símbolos, la realidad era algo más compleja pues los británicos lucharon contra la Luftwaffe mayormente equipados con aviones Hawker Hurricane. Pero la ágil estampa del Spitfire y su velocidad de vértigo convirtieron al aparato en el icono de la lucha inglesa contra los nazis. Para algunos es el avión más bello jamás construido.

Spitfire

En 1942, con la Segunda Guerra Mundial en pleno desarrollo, eran comunes las películas patrióticas en todos los bandos en conflicto. Ese año, inspirada por una célebre frase de Winston Churchill pronunciada en un discurso el 20 de agosto de 1940 acerca de la Batalla de Inglaterra1, vio la luz una película que tenía al Spitfire, a su diseñador y a sus pilotos como protagonistas. Se trataba de The First of the Few, con Leslie Howard y David Niven. El diseñador el avión, Reginald Joseph Mitchell, había fallecido en 1937 y, por lo tanto, no llegó a conocer la gloria que alcanzó su criatura en los cielos de medio mundo. La película contaba con una banda sonora creada por uno de los compositores británicos más importantes de todos los tiempos, Sir William Walton, quien tiempo después compuso con ese material su imponente preludio y fuga que es una de mis composiciones clásicas favoritas y que, cómo no, me resulta irresistible tanto por el estilo de Walton como por el recuerdo de la máquina a la que está dedicada. He aquí un vídeo con la música del preludio y fuga Spitfire de William Walton.

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1 Nunca en la historia de los conflictos humanos, tantos le debieron tanto a tan pocos. Traducción personal de la frase Never in the field of human conflict was so much owed by so many to so few.

La Imagen del Spitfire que aparece en cabecera del artículo pertenece al Dominio Público.