El ROM de Aguilar de Campoo

ROM2No se trata del famoso tipo de memoria para ordenadores, ni siquiera tiene que ver con ellos. Esta mañana he pasado un rato muy agradable en el ROM, Museo del Románico y el Territorio, de Aguilar de Campoo al norte de la provincia de Palencia. El día no empezaba muy bien, saliendo de Guardo, hacia el este, me doy cuenta que me he olvidado la cámara de fotos. Pues nada, vuelta atrás, desandando unos cuantos kilómetros, tomo la cámara y otra vez hacia el este.

Al llegar al Monasterio de Santa María la Real, ya en Aguilar, había que esperar hasta las doce y media para que se formara un grupo lo suficientemente numeroso como para empezar la visita guiada. Con media hora por delante, he visitado la Capilla del Abad, que ahora es una coqueta librería que recoge todo tipo de libros relacionados con la Edad Media, la artesanía y arquitectura románicas y la Montaña Palentina. Compré un libro que tenía en mi lista de pendientes desde hacía tiempo, Los Protagonistas del Año Mil, editado por el Centro de Estudios del Románico. Al poco, apareció el guía, un chaval de lo más agradable y comenzó la visita.

Lo ideal en estos casos, en los que el museo se refiere a un territorio concreto -aquí se trata del área de joyas románicas del norte palentino, burgalés y el sur cántabro- es visitar los lugares que se citen en las guías correspondientes, ya sea antes de ir al museo o más tarde. Es así como se logra comprender la configuración territorial, además de disfrutar del paisaje y de las maravillas arquitectónicas que el lejano medievo nos ha legado.

A la entrada del museo hay una serie de vitrinas en las que se exponen pequeñas maquetas, que se pueden adquirir, realizadas por la empresa aguilarense Ornamentos Arquitectónicos y relativas a monumentos de todo tipo, desde el Acueducto de Segovia a las iglesias románicas de la zona pasando por Notre Dame de París. Son pequeñas reconstrucciones en material cerámico, de lo más detallado y detallista, una delicia para la vista, como también lo son sus hermanas mayores, las maquetas en madera que hay dentro del museo.

La visita incide en la vida monacal, la historia del monasterio, desde sus inicios, su esplendor y su decadencia y posterior ruina. En las fotografías de décadas pasadas puede verse cómo, un gran monasterio casi totalmente perdido, con los techos hundidos y lleno de maleza, puede convertirse con tesón, ilusión y, claro está, subvenciones, en un museo, fundación, casa taller e instituto de secundaria. Lástima que tantos monasterios, ermitas, iglesias o castillos y palacios, testigos imponentes de nuestro pasado hayan desaparecido o se estén dejando caer. Santa María la Real no corrió ese mismo destino y, en sus entrañas, el guía cuenta a los visitantes, día tras días, cómo era la vida en los pequeños pueblos de montaña en la Edad Media. La maqueta de uno de esos pueblos saluda al visitante, con sus casitas y sus minúsculos personajes, una iglesia en proceso de construcción, los herreros, canteros, monjes, señores…

Ahora bien, dejando de lado el lugar, el claustro reconstruido, las maquetas y demás, lo más impresionante, desde mi personal punto de vista, es la proyección que puede disfrutar quien vaya al museo. Se trata de una pequeña película, alejada del documental al uso, en la que a través de música muy bien escogida, efectos de sonido, proyecciones de todo tipo sobre la bóveda y las paredes, así como la selección de imágenes de época, transportan al espectador a un mundo ya lejano. Me causó emoción el efecto conjunto de las luces, proyecciones y sonido, muy bien logrado e impactante. Igualmente interesantes son la maqueta tridimensional del área de montaña en el que se distribuyen los monumentos románicos y, sobre todo, una inmensa mesa interactiva en la que, a través de la selección de menús, se puede visitar virtualmente cada pueblo. Claro, lo mejor, como queda dicho, es ir luego a esos pueblos. En la fotografía, que tomé esta mañana, aparece la sala de la maqueta y la mesa interactiva.

ROM

Más información: Fundación Santa María la Real – Centro de Estudios del Románico