¿Podría aprovecharse el tráfico rodado para generar energía eléctrica?

En el número correspondiente a este mes de noviembre de 2011 de la revista Historia de Iberia Vieja, en mi sección Made in Spain, hago un repaso a lo que la prensa comentaba allá en los años sesenta y setenta sobre el motor de agua del inventor Arturo Estévez Varela. Antes de pasar a publicar un post a modo de versión resumida de ese artículo, me gustaría comentar una idea que no incluí en ese texto y que se refiere a una propuesta que me parece interesante.

El título de este post nació de la tormenta de ideas que surgió en mi cabeza el mes pasado cuando estuve repasando las patentes de Estévez Varela custodiadas por la Oficina Española de Patentes y Marcas. Casi todo el mundo que se ha interesado por la figura de este inventor ha mencionado o citado «motor de agua», lo digo con cierto pesar porque a mi entender el resto de patentes son mucho más interesantes, al menos desde el punto de vista conceptual. He ahí, por ejemplo, dos patentes que me han llamado especialmente la atención y que, si se volvieran a replantear con tecnología actual, posiblemente tuvieran algún éxito. La duda es la siguiente: ¿podría llevarse a cabo algo así y conseguir que fuera de alguna utilidad? Las dos patentes que voy a citar, y piénsese que datan de mediados del siglo XX, planteaban aprovechar carreteras con gran cantidad de tráfico como generadores eléctricos. Sé que se han realizado muchos intentos en ese sentido, pero hasta ahora no veo que haya prosperado ninguno. Lo que Estévez Varela pretendía era incluir un cilindro móvil que sobresaliera levemente sobre la carretera. Al pasar los vehículos, el cilindro se pondría en movimiento, pasando éste giro a través de una transmisión a un compresor de aire. Sería este aire comprimido el que, liberado a voluntad, serviría para generar energía eléctrica para alimentar el alumbrado público, por ejemplo. Lo del cilindro lo veo un poco complicado, pero aplicando materiales actuales y miniaturización la cosa podría cambiar, aunque a buen seguro que la eficacia sería bastante penosa. Quien quiera consultar las patentes tiene acceso a ellas a través de los siguientes documentos en PDF (por cierto, el lenguaje empleado en ellas, guarda ciertas particularidades que saltan a la vista, no deja de ser típico de la época y de algunos ambientes, pero lo aviso para quien no lo haya visto antes, llama mucho la atención.) 😉

captura_patente
Fragmento de uno de los gráficos presente en una de las patentes citadas en el post.