Paseo nuclear

Caminando por pistas transitadas por senderistas al suroeste de Chicago, en el interior de la Palos Forest Preserve, puede llegarse a dos lugares únicos en el mundo. A lo lejos, tal y como muestra la siguiente fotografía, no parece que allí pueda encontrarse algo más que una campera de hierba baja que, a simple vista, parece ideal para celebrar una buena comida campestre.

1
Inspectores del US Department of Energy caminando hacia «Plot M» el 19 de abril de 2006. Fuentes: Pruned/DOE/Wikipedia.

Pero, ¿qué es ese pedrusco que asoma en el centro del campo? La pregunta es inevitable, porque salta a la vista. De cerca, el visitante podrá leer una intrigante leyenda sobre la piedra:

Precaución, no cavar.
Enterrado en este área se encuentra el material radiactivo del programa de investigación nuclear llevado a cabo aquí entre 1943 y 1949. El área de enterramiento se encuentra señalado por seis marcadores situados a 100 pies de este punto central. No hay peligro para los visitantes. Departamento de Energía de los Estados Unidos, 1978.

3
Plot M / Fuente: DOE

Nótese que alguien, ya fuere por macabro humor o simplemente como toque irónico, ha picado el «no» de la piedra, con lo que ahora puede leerse «…hay peligro para los visitantes». No sé si a alguien le quedarán muchas ganas de sentarse a comer en la campera después de leer el texto del pedrusco, pero a buen seguro que más de uno se ha llevado un susto de los grandes. No lejos de ese campo, conocida como Plot M, aparece un espacio mucho más grande bautizado como Site A. Allí, también habita una gran piedra labrada que muestra orgullosa un texto singular como puede verse a continuación.

4
Site A / Fuente: DOE

Pues sí, resulta que bajo los pies de quien camine por este plácido campo reposa el primer reactor nuclear de la historia. Allá a finales de 1942 el equipo de científicos liderado por Enrico Fermi, padre de la primera «pila» atómica del mundo construida bajo un viejo campo de juego de la Universidad de Chicago, buscaba un emplazamiento más adecuado para sus experimentos nucleares. El ejército les proporcionó un espacio de gran tamaño localizado en medio de un bosque al suroeste de Chicago, donde fue trasladado aquel primer reactor, el Chicago Pile-1, renombrado como Chicago Pile-2. Así nació el Site A, que fue un lugar protegido militarmente durante largo tiempo y donde en mayo de 1944 el Argonne National Laboratory instaló el Chicago Pile-3, un reactor de agua pesada. Los dos reactores permanecieron en funcionamiento hasta 1954, destinados a diversas investigaciones y a la producción de tritio. Después, el área se descontaminó y se demolieron los edificios de los laboratorios pero mover los restos de los reactores no parecía factible, por lo que fueron cubiertos con hormigón y enterrados. Ahí siguen, en el Site A, a muchos metros bajo un acogedor campo. Por su parte, gran cantidad de materiales contaminados fueron enterrados en Plot M. Desde entonces, estos dos lugares a los que puede accederse libremente, son objeto de vigilancia ambiental, sobre todo debido a que ocasionalmente se han encontrado restos de contaminantes radiactivos en el subsuelo cercano, aunque oficialmente el riesgo para los visitantes es «mínimo». Eso sí, quien decida pasar una mañana por esos campos… ¡que no lleve una pala! 😉

2
Mapa de localización de «Site A» y «Plot M». Fuente: DOE.

Más información: