El Concilio Cadavérico

De forma fugaz me he cruzado esta tarde con una referencia sobre uno de los más oscuros episodios de los primeros siglos de historia de la Iglesia. Ya casi ni me acordaba de cómo surgió todo, lo que nunca se me ha borrado de la mente desde que leí acerca del macabro ritual, hace ya muchos años, es la imagen recreada del cadáver de un Papa siendo interrogado por su sucesor en lo que se ha conocido como el Concilio Cadavérico. Una lástima no tener tiempo ahora para desmenuzar los siniestros detalles del caso, pero no es problema porque hace unos meses se ocupó de ello magistralmente Planeta Sapiens, a quien remito para quienes deseen conocer tan extraño suceso:

El Papa, acompañado por unos Spoleto ciegos de rabia, ordenó que el cadáver de Formoso fuera exhumado para someterlo a un juicio sumarísimo por sus pecados. El cuerpo del papa –que llevaba enterrado nueve meses– se encontraba en una avanzadísimo estado de putrefacción. Eso no supuso ningún impedimento para que, vestido con los ornamentos y vestimentas papales, fuera sentado ante el tribunal. Eso sí, tuvo que ser atado a la silla, pues el cuerpo inerte del pontífice se escurría continuamente de su asiento…

Concilio Cadavérico
Obra de Jean-Paul Laurens (1870) en la que se imagina una escena del Concilio Cadavérico.