Inmensa distancia

Hace tiempo publiqué por aquí una apreciación que encontré en una enciclopedia escolar de los años cuarenta, de aquellas en que cabía todo en un solo volumen, empezando por la gramática y las matemáticas hasta terminar con historia sagrada y urbanidad. La frase mostraba lo inalcanzable que parecía entonces llegar al Sol, algo que no deja de ser curioso hoy día, cuando nuestras sondas tardan unos meses en acercarse al brillante astro:

El Sol dista de la Tierra unos 148 millones de Kilómetros. Esta distancia es tan enorme, que un tren exprés, sin parar un solo minuto, tardaría más de trescientos años para ir de la Tierra al Sol.

Hoy he recordado esa frase porque la gente de Infomercatile ha publicado un gráfico de lo más apetitoso. Al parecer, y esto lo pongo en cuarentena porque no ofrecen la referencia original ni la posible obra que hubiera servido de fuente, se trata de una imagen supuestamente publicada hacia 1918 en la que una serie de navíos espaciales, en el más puro estilo de la época, surcan el espacio hacia los planetas del sistema solar. Los tiempos de viaje son inconcebibles, por ejemplo, de la Tierra a Marte poco más de 46 años, o hasta Neptuno, 2571 años. Ahora, cuando las Voyager han sobrepasado los límites de nuestro pequeño grupo planetario, nos enfrentamos al mismo abismo, esta vez con las lejanísimas estrellas. ¿Llegaremos alguna vez a acortar de alguna forma la inmensidad del espacio interestelar?

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